martes, 19 de agosto de 2014

DE NUESTRA CORRESPONSALÍA EN EL CONGO BELGA (prólogo que no fue)

Ahora, Le Poupé, en estas sabanas
en que no tengo ni un corpiño tuyo,
quisiera una vez más emborracharme
para saber que el Universo tiene
un centro, es decir, vos. Que se conspire
en contra de tu ser es tan fortuito
como los choripanes en la cancha,
y las mujeres pechugonas de
esas revistas que pispeo tanto
jamás comprenderían mis erutos
(¡qué sopa la que hacías!). Ojalá
me visites al Congo. Eso será
el Día del Arquero, que, me late,
fue instituido en honor tuyo. El Hugo.

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