viernes, 24 de octubre de 2014

MEDROSA MUECA

Un mate queda aún: 
lívido, deslucido. 
Y un parche que en olvido 
yace. Como el simún, 

como los somalíes, 
un cuerpo se calló: 
sin caerse. El no yo 
danza con las huríes. 

Desbastado, sin cestas, 
podría decir chau 
a todo lo que es fama 

o bienestar. Opuestas 
las voluntades, Mau 
volvió: Silente Dama. 

MICROCAOS

Los ojos toman nota 
del movimiento adrede. 
El cuerpo es resultante que se rompe 
cuando hay un seco no 
que marca que no va, que no podés. 
Y fuentes. Y sentir 
sesgadamente el rayo. 
Y presentir que el tiempo desvaría 
locamente. Y horror es el fornido 
oleaje que te arroja 
a cada vez más viles 
entremeses que ahuyentan 
eso que te deseo. 
 

jueves, 9 de octubre de 2014

DB

"la data de la madre final" 
Todo consumo atenta contra el Orden 
de lo Imparcial. Defenestrados silos 
y sierras devastadas son oscura 
señal de que la Tierra se resiente, 
de que quizá colapse. Fiel o cota, 
la Razón se avergüenza: desfondados 
arroyos, y riberas desguazadas, 
y el Sol, que reverbera, y el desierto... 

Sofrene el poderoso su ambición,
y que los pobres puedan
--¡son miles de millones!-- 
dignamente vivir. 
 

miércoles, 1 de octubre de 2014

EN SOUFFRANCE

a J. D., in memoriam 

Dominatrix, el gozne. La cadena, 
la voluntad, el goce.
Requechos: el cadáver no deriva, 
y el angelito llora. 

Dominatrix, el roce. La soñada 
sirena desacato, 
muelle maúlle, zíngaros los trechos 
del reclinar o ser. 

Verse a sí mismo en Limas,
o Del recato: cordobeses idos,
urna de malas mañas. 

Saña y señal y señas
de una carta --¡ande moras!--
encarnada. Dolor.