Se asoma con las cejas
fruncidas, como si
no entendiera la luz.
Tambaleante, desnuda.
¿La despertó la radio?
Pero no está enojada.
Sonrío, y es probable
que no pueda saberlo:
deambula sin anteojos.
(Sonrío porque, hundido
en una negra noche,
verla me rescató.)
2 comentarios:
¡Deambular sin anteojos es un problema!
:)
Aún no para mí, Anónimo. Pero ya me llegará.
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