viernes, 30 de octubre de 2015

ZOÓN POLITIKÓN

"Ya está: ya estoy neurótico. 
O lo que sea." Luego 
de un día de lecturas, 
mientras lavo los platos
de madrugada y oigo
tan sólo los sonidos
del agua, la vajilla, 
mi cabeza elabora
chicanas, golpes bajos,
giros demoledores
para que el adversario
--que no responde-- ceda; 
y entonces me avergüenzo.
Pero al toque redobla
la verborragia interna,
hasta que exclamo --siempre
en silencio--: "¡ya está: 
ya me neuroticé!". 
Y un tercero señala
con una voz muy dulce: 
"¿a quién le estás hablando?". 
Personas en la mente. 

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