viernes, 29 de mayo de 2015

TRES AÑOS

Fumo mientras tu cuerpo deriva en la penumbra 
y los especialistas escupen sus informes. 
Los odiás. Disentís mediante versos roncos
y la luna es un lapsus enorme que te acuna. 

Somos dos, pero somos una cota de mallas
que lanza, silenciosa y alternativamente,
risas y limaduras, grato desasosiego, 
y la luna es un cable tensado en Ecuador. 

Somos dos. Mientras fumo y escucho un destemplado
cuarteto, derivás hacia la incoherencia, 
y la luna, torcaza ducha en fingir engarces, 
se arremolina en torno de tus senos, aceza. 

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