Miro hacia arriba. Pocas
estrellas, atenuadas
por la humedad. La noche,
nuevamente... La noche,
y los que en la cocina
de su hogar ya se hicieron
un mate y pican algo.
Saldrán en una hora,
abrigados y oscuros,
por calles en que aún
no habrá tanta bocina.
Cocina en que se enciende
en silencio una hornalla:
horno para las horas
de estar afuera. Luces
poéticas arriba;
fuegos alrededor.
2 comentarios:
Este está muy bueno!!! Al menso, eso me parece a mí.
Abrazo, Amigo
Elisa
Gracias, Elisa amiga. :-)
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