Lo cotidiano en torno
se asfixia. Deambulás
indiferentemente
del sommier al trabajo
a la compu. Vivimos
del delivery. El polvo
va cubriendo la mesa,
se ríe de nosotros.
Sombras de lo que fuimos:
aún juntas, cayó
el paso de la piel
a la otra piel, su ángel.
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