jueves, 4 de diciembre de 2014

HOMBRE DE CUALQUIER CIUDAD

Gira el reloj, y gira 
para todos nosotros. 
Los años, los amores, 
las risas ya pasaron. 
Sigue la timidez; 
vuelvo a estar solo. Tiempo 
absurdo que adelanta 
sus redes sobre un mar 
que apenas si devuelve 
pocos, salados panes. 
Tiempo sin un milagro: 
todo es arena que 
va velando mi rostro 
cansado, ennegrecido. 

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