El ruido blanco llega
como un fondo a través
de la ventana norte.
Fumo mi cigarrillo
y espero la mañana.
Y mañana amarás
el buen día de nuestras
mascotas y el olor
de los azahares, blancos
y chiquitos, renuevo,
vida del mandarino.
Cómo puede un color
perfumar, o sonar;
cómo pueden las cosas
querernos porque sí,
o aturdirnos de tanto
saber ser ellas mismas.
2 comentarios:
MUY BUENO!
Gracias, Elisa. :-)
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