sábado, 19 de diciembre de 2015

EL VIOLINISTA ENLOQUECIÓ A LAS CUATRO

"Ser el mejor", tirabas, despiadado. 
Mi amor obedecía, 
intentaba cumplir, desesperado, 
el mandato, ordalía 

de que jamás salió nadie triunfante, 
meta que no es posible 
alcanzar, falso rayo que, no obstante, 
caía. Inconseguible, 

entonces, perfección, con tu partida 
comenzó a diluirse
--antes también-- tu error, y una salida 
hoy consiste en asirse, 

no a algún tardío reclamar o ajuste 
de cuentas, a la holgura 
de otras palabras, padre. (Que no guste 
que hable de tu locura 

en versos no me afecta:
soy de índole imperfecta.)

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